En muchos dispositivos utilizados en tecnología médica se hace demasiado poco hincapié en el desarrollo de interfaces de usuario intuitivas e inteligentes. Esto es sorprendente, porque en casi ninguna otra aplicación tiene tanta importancia que el usuario pueda llamar la información rápidamente y reconocerla claramente en la pantalla y realizar entradas sin errores incluso en situaciones de estrés.
Las entradas a realizar suelen ser muy complejas, deben estar libres de errores y la entrada debe ser inequívoca sin que el usuario tenga que tocar la pantalla táctil varias veces. Esto requiere un posicionamiento bien pensado de los controles, una tecnología táctil que funciona perfectamente en diferentes entornos (temperatura, humedad, condiciones de iluminación, campos de interferencia eléctrica, etc.) y condiciones (por ejemplo, vibración fuerte).
Los hospitales y las consultas médicas utilizan cada vez más instrumentos y dispositivos con pantallas táctiles integradas. Especialmente en medicina, es importante un manejo sencillo, rápido y especialmente preciso de los dispositivos.